Escribe Walter Ernesto Celina
walter.celina@adinet.com.uy - 28.05.2011
El título escogido podría emparentarse con alguna de aquellas fábulas legadas por Esopo o Iriarte. Pero, poco tiene que ver la materia a tratar con ellas, aunque del examen podría desprenderse alguna enseñanza moral. Siguiendo la labor sigilosa que desde hace algunos años venían cursando en el país varias empresas mineras extranjeras, escribí no menos de cinco notas en diversos medios.
Grupos transnacionales habían visualizado las enormes riquezas almacenadas bajo nuestro suelo y afilaban sus uñas. Por sondeos, prospecciones y extracciones pagaban al Estado derechos irrisorios y salarios mínimos a los trabajadores. A la vez, usufructuaban de una legislación permisiva, con contralores laxos.
Las reservas son de oro, hierro, níquel, petróleo y formaciones emparentadas, piedras semi-preciosas y otras.
Lo que modestamente sabía, como ciudadano atento, mejor podían conocerlo el ex Presidente Vázquez y cualquiera de sus ministros. Por entonces, uno de ellos, ex gerente de la filial uruguaya de
Texaco Co.
Aquel silencio se prolongó hasta casi la finalización del primer mandato del “progresismo”, cuando lacónicamente Danilo Astori anunció “importantes inversiones en minería”.
Tras tanta clandestinidad, mostró su cara la transnacional hindú “Zamín Ferrous”. El pulpo extendería sus brazos desde la zona de Valentines.
El capital a aplicar superaría al de la controversial “UPM”, ex “BOTNIA”. Era, de seguro, un suculento plato.
El Ing. Fernando Puntigliano, hombre del gobierno vazquista en la Administración Nacional de Puertos, dejó sus funciones y pasó automáticamente a comandar el emprendimiento. Es el “country manager” (gerente y personero local máximo) de la compañía.
Ahora, es secundario saber a quien responde este
“yuppy”, confeccionado a la medida de lo “público-privado”. Después de todo, Vázquez había demostrado cómo se puede encontrar la piedra con la cual tropezar, para caer de rodillas ante el FMI…
Iré al grano.
La “Red de Economistas de Izquierda del Uruguay” (REDIU), en las postrimerías de 2010 publicó “La Torta y las Migajas”, en una edición de “Trilce”. El académico Ruben Elías, con el título “El hierro del Uruguay para el futuro de nuestros hijos”, entre otros elementos, aporta una decena de objeciones al proyecto “Aratirí” de la inversora de la India.
Me permito sintetizarlas así:
1.- La empresa controlará “in totum” el negocio(ón), que abarcará desde la extracción al acarreo y exportación.
2.- Utilizará un “paquete tecnológico” depredador, inferior al empleado en Europa. Afectará la agropecuaria, generará desarreglo ambiental y deuda social.
3.- No creará empleo permanente, ni calificación de mano de obra; sólo habrá un “boom” transitorio, vinculado a la instalación.
4.- Siguiendo conceptos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), el objetivo de desarrollo de país no es compatible con este tipo de inversoras. Así, el plazo de compromiso operativo establecido, podrá ser extendido a la espera de momentos más rentables, en detrimento de la ocupación del personal contratado.
5.- Asimismo, estas transnacionales conjugan su poder en el mercado con acciones políticas diversas. Trabajan los “acuerdos de libre comercio”, auspician las regulaciones de la Organización Mundial del Comercio y de instituciones financieras (Fondo Monetario, Banco Mundial, Banco Interamericano”). Promueven cambios de la legislación local (Código de Minería en Uruguay).
6.- Estos emprendimientos penetran a través de facilidades y ventajas acordadas por los gobiernos, desconociendo las necesidades presentes y futuras de la población. Van en detrimento del partimiento nacional, producen gastos ilimitados de agua y para su provecho alteran la matriz energética.
7.- Cualquier conflicto jurídico se dirime a través de tribunales extranjeros, generando una juridicidad supranacional.
8.- Dos tercios del comercio internacional ocurre entre complejos industriales-financieros gigantes. La mitad del volumen de las transacciones sucede al interior de las corporaciones y subsidiarias.
9.- Estos proyectos están exentos de la obligación de efectuar inversiones de interés para el país. La minera “Aratirí” no propone ninguna nueva fuente de desarrollo industrial.
10.- Las multinacionales están opuestas a los mecanismos regulatorios, sin más intereses que los propios.
El segundo gobierno frenteamplista ha abierto las puertas del país, ha extendido la alfombra y ha dicho: ¡Bienvenido señor zorro!
A el también, en su gallinero, le volarán las plumas.