jueves, 24 de febrero de 2011

EL APETITO DEL SR. VÁZQUEZ

Escribe Walter Ernesto Celina
walter.celina@adinet.com.uy – 15.02.2011

Tal cual uno de esos enamorados capciosos, que como prueba de ingenio dan vuelta a la manzana fisgoneando para la casa de la mujer pretendida, o que se paran en la esquina próxima para custodiar a la bienamada, así acaba de hacer su pública aparición el ex-presidente Dr. Tabaré Vázquez.
El objeto de su deseo no era una mujer. No señor. Se trataba de algo mucho más modesto, si se lo aprecia desde el ángulo de la excelsitud que supone armonizar la relación hombre-mujer.
Él es tan poco presuntuoso que, apenas, pretende llegar -por segunda vez- a la presidencia de la nación. Y en eso está.
No lo dice, no lo pide, no lo anuncia y, más aún, no lo niega. Mueve los hilos con la sutileza adquirida por el saber adquirido en las prácticas de la “monita secreta” (el viejo manual jesuítico) y en las afines enseñanzas secretas de la congregación masónica, de la que es miembro.
¿Cuáles han sido los pretextos esgrimidos para irrumpir en el cálido verano uruguayo y ubicarse bajo los haces de las luminarias televisivas y ganar espacios en medios radiales y de prensa?
Tuvo una idea sensacional: aprovechar el día mundial de lucha contra el cáncer para aparecer con un librito de divulgación de su autoría, relativo a la disciplina oncológica que ejerce. Nada censurable en sí. Por el contrario, la apariencia lo mostraría en una acción plausible.
Pero, a poco que se examine el contexto, se ven las patas de la sota.
Para el mismo día, sus cofrades del aparato frenteamplista le dieron la bolada para que fuera -oh!, prodigiosa casualidad- orador invitado en la celebración que tal fuerza política realizaría en la sede palaciega de la avenida Agraciada..
La bulla había que orquestarla para el 4, ineluctablemente. Así se hizo. Aunque la fecha frenteamplista no era esa, sino la del día después. Pero todo se manipuló para ofrecer la amplificación política conveniente al designio.


Cabe recordar que, cuando el 5 de febrero de 1971, se creó el Frente Amplio como un verdadero desafío histórico, Vázquez no estaba en el Salón de los Pasos Perdidos. No militaba en la izquierda. Sus menesteres eran otros. Desconozco si entonces estaba iniciado como miembro de la cofradía masoniana. La dictadura avaló, poco después, su ida a Japón y, desde el diario “El País” (de Montevideo), fue uno de los que suscribió el saludo al “presidente-dictador” Gregorio Álvarez, conspicuo miembro de la citada organización secreta.
La operación del pasado 4 fue tan sin recato que terminaron catapultando hasta su compañero de fórmula presidencial, con lo que desnudaron la intención subyacente.
Así de apurado el mozo y sus obsecuentes.
¿Y la masa de los enrrolados frenteamplistas? ¡Muy bien gracias! Habrá tiempo de consultarla, ya que, por ahora está acrítica y atónica, lo que no excluye que puedan existir repugnados, rebeldes y estupefactos ante la maquinación.
¡Qué apetito más tempranero el del Dr. Tabaré Vázquez para deglutir las lentejas!


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