miércoles, 14 de agosto de 2013

RETORNO DE ORSON WELLES CON OBRA INÉDITA

Escribe Walter Ernesto Celina
14.08.2013

La noticia sacudió el mundo del arte cinematográfico. El venidero 9 de octubre un redivivo Orson Welles estrenará un desaparecido film, rodado de 1938.
La circunstancia carecería de relevancia en estos tiempos, salvo por tratarse de unos de los colosos de la gran pantalla.
“Too Much Jonson” (Demasiado Jonson), es una joya inédita que, como estreno mundial, subirá a la cartelera de la La Giornata del Cinema Muto, en el festival del cine mudo que se lleva a cabo -desde 1882- en la localidad italiana de Pordenone (Venecia-Friuli, al noreste de Italia).
 La información fue ofrecida por el Museo Internacional de Fotografía y Cine George Eastman House, con sede en Rochester (Nueva York).   
La opera prima de Welles fue encontrada en un depósito en Pordenone por personal de Cinemazero, un centro de arte. Los rollos fueron despachados al gran archivo de la Cineteca de Friuli, que gestionó la restauración.
Se creía que la única copia conocida se había perdido para siempre en el incendio que destruyó la casa de Welles, en 1970, en las afueras de Madrid.
A juicio de Paolo Cherchi Usai, curador del proyecto, se trataría “por lejos la restauración más importante de un filme llevada a cabo en mucho tiempo” por la recuperadora especializada.
Cabe indicar que “Too Much Jonson” se realizó para el Mercury Theatre, la compañía teatral fundada por Orson Welles y el productor John Houseman. Los roles protagónicos los cumplen Joseph Cotten y la por entonces esposa del cineasta, Virginia Nicholson.
Welles pretendía utilizar la película en forma conjunta con una escenificación teatral, que nunca llegó a ser estrenada. El proyecto quedó inconcluso, recordó un comunicado difundido por el museo.
Orson Welles nació en  1915 en Kenosha (Wisconsin - EE.UU.). Hijo de la pianista Beatrice Ives, luchadora que pagara condena por sus ideales de igualdad de género, y de Richard Welles, inventor aficionado y fabricante de automotores.
De precoz talento, marcó su inicio en la pintura. A los tres años participaría en la representación de Sansón y Dalila, con la Ópera de Chicago. Apenas con diez ofrecía representaciones escolares, dirigiendo y actuando en el El extraño caso del doctor Jekyll y míster Hyde. Desde     1919 registra vínculos con grupos de intelectuales.
A los dieciseis -en 1931- Welles hace teatro en Dublín (Irlanda). Un   año después pone en escena Romeo y Julieta”, entrando a Broadway (Nueva York).
Hacia 1938 funda el Mercury Theatre y, con actores de la compañía, sacude desde la radio a los Estados Unidos, adaptando de La guerra de los mundos, de  H. G. Wells.
El pánico se apoderó de Nueva Jersey (Estado de Nueva York), ante una ficticia invasión extraterrestre.
Su ingreso al cine se hizo irresistible, deslumbrando con sus realizaciones. “El Ciudadano” (Citizen Kane - 1941) es una obra cumbre, de todos los tiempos. Refleja la vida del magnate de la prensa norteamericana William Randolph Hearst, quien en represalia le obstaculizó logros de taquilla. Aunque no pudo impedir una revolución: la de promover la calidad en el cine. 
La ahora recuperada cinta, con la comedia muda Too Much Johnson es, justamente, su primer trabajo para el séptimo arte.
Su imparable carrera llega, al menos, hasta la década del 80. En 2010 fue recompuesto, con  su voz, el audio de una de sus creaciones. El listado filmográfico es exuberante. Estarán, para siempre recordar y volver a ver,  “La dama de Shanghai”, “Macbeth”, “Otelo”, “El proceso” y las que memorizarán los exigentes lectores.
Dos fulgurantes actrices llegaron a su vida tumultuosa: la mexicana Dolores del Río y Rita Hayworth.
España fue su tierra de adopción. Allí, en 1985, lo sorprendió un  paro cardíaco. Y allí quiso que fueran esparcidas sus cenizas.-







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sábado, 3 de agosto de 2013

POLÍTICA VATICANA - EL PAPA FRANCISCO EN LA CUERDA FLOJA

Escribe Walter Ernesto Celina
03.08.2013

En forma despaciosa van revelándose algunos signos de la orientación del Papa Francisco. Aunque dichas señales aún no sean las suficientes, convendrá ir relacionándolas con el estado de situación de la Iglesia Católica Apostólica Romana.
Cabe recordar, como elemento previo que, por definición, los Papas son sujetos bifrontes. Expresan una dualidad casi extraña para el mundo moderno. Han sido monarcas teocráticos. Francisco lo es, resultando el único subsistente en Europa. El régimen es comparable al de países con otras religiones, como Irán, Israel o Arabia Saudita. A la par que Jefe de Estado pues, el Papa es cabeza del culto.
Territorialmente el Estado de la Ciudad del Vaticano ocupa 44 hectáreas, siendo esta área un enclave dentro de Roma (Italia). Su población oscila en alrededor de los 900 habitantes. El Reino de Italia en 1870 redujo a tal expresión a los llamados Estados Pontificios, en lucha por la limitación del poder temporal de la Iglesia.
Tras las esperanzadas celebraciones político-religiosas de Brasil, el sumo sacerdote Jorge Bergoglio retornó a la sede pontifical.
En contraste, los organismos que comanda soportan una crisis honda, con algunas características a considerar.
 La primera -y muy significativa- es la reducción de la masa católica. En base a un informe de la Organización Internacional de Migraciones, el no sospechado de jacobinismo núcleo de diarios “GDA” (1) realiza, a 2010, la estimación del número de feligreses en América del Sur, el Caribe y México. Alcanzan, aproximadamente, a los 432 millones. En las tres últimas décadas, el crecimiento a 120 millones de los credos protestantes-evangélicos marca un ascenso constante, así como una diferenciación de estos grupos de fe, con la iglesia romana. El hegemonismo cristiano que venía desde la conquista se ha roto, con bastante profundidad.   
El fenómeno, advertido en la Conferencia Episcopal de Aparecida (Brasil, 2007), hizo que el anterior Papa, Benedicto XVI, llamara a recuperar el terreno ante la penetración de variadas corrientes. Por entonces, el encuentro obispal sostuvo que el monopolio se quebró por un orden eclesial “sin  argumentos y sin creatividad”.
Ahora, Francisco vino a Brasil a poner un torniquete al sangrado. Mezclándose con la gente, desafió a los fieles a romper sus autolimitaciones e intimó a los jóvenes a “armar lío” en las diócesis.
Los datos de todos los países tratados en el informe “GDA”, con  la autoría de Natalia Gómez y José Guaderrama, dan cuenta de la caída a pique  de número de personas que se apartan de los llamados sacramentos, caso de los matrimonios, bautismos y comuniones, entre otros.
Alcance para esta panorámica citar que en Uruguay, en 1989 se registraron 4357 bautismos. En 2010 la cifra descendió a 2947. Baja del 55%. Las comuniones se redujeron en un 32% en dos décadas. El desplome  fue en el campo matrimonial: ¡68%!
Este cuadro se repite por doquier. ¿Las causas?
Como en un muestrario de espinas, han sido puestas de relieve desde la misma grey católica. Enid Miranda Matos, doctorada en filosofía y antropología de las religiones y directora de relaciones internacionales en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, sostuvo: “Tenemos que resolver el problema de los divorciados. Tenemos que resolver el problema de los gays. Tenemos que resolver el problema  de los matrimonios que, aunque no los reconozcamos, se dan. Conozco muchos divorciados que hace años no pueden tomar la comunión, precisamente, porque son divorciados…” Con fuerza indubitable, en otro pasaje, manifestó: “Lo que me interesa más es el papel de la mujer. ¿Por qué no podemos acceder al sacerdocio? ¿Porque Cristo escogió 12 apóstoles? ¡Sí, pero detrás de cada apóstol había unas mujeres y sin las mujeres no hubiesen podido hacer lo que hicieron!”
A este racimo candente habría que agregar, al menos, los crímenes de pederastia sacerdotal contra infantes, las acciones de corrupción interna y, aún las mafiosas, en el Banco Vaticano (IOR).
Tras el espectáculo de la algarabía de la fe en Rio de Janeiro, ya volando hacia Roma, el novel Papa conversó con medios de prensa que le acompañaron.
Sobre el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, fue tan tradicionalista como lacónico: “La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso…” Punto.
En cuanto a la apertura hacia la mujer, ratificó conceptos clásicos, admitiendo que hay que profundizar una “teología de la mujer”… Punto.
Con referencia a las personas gays, lanzó una mirada condescendiente, sin  profundizar: “¿Quién soy yo para criticarlos?” Punto.
Relacionado con la banca vaticana, reiteró que una comisión  investiga y elaborará propuestas. De momento, nada.
Como se advierte, el Pontífice Bergoglio, no arriesga un ápice para quienes desean cambios verdaderos en el universo católico. Hace equilibrios políticos en una soga floja. La barra está en sus manos pero, no avanza. Le cuesta hacerlo.

Nota  (1): GDA, Grupo Diarios de América.

Entre más integrantes están: La Nación, O Globo, El  País, El Mercurio.