miércoles, 12 de octubre de 2011

SISTEMATIZACIÓN DE LA HISTORIA DE SORIANO

Escribe Walter Ernesto Celina
walter.celina@adinet.com.uy - 06.10.2011

-La pluma inteligente y dinámica del Licenciado José Olazarri tiene la peculiar modalidad de difundir la historia de modo particularizado. Acostumbra a poner un haz de luz sobre la intimidad de los hombres y sus familias; hace el registro de voces de personajes reales y aconteceres lugareños. Presenta testimonios. Deja al lector frecuente, como al observador y al investigador, un campo sin tranqueras, listo para la labor de quien analice las costumbres de una época o movilice los instrumentos de la sociología o la historia.
Así, hemos conocido en el Semanario mercedario Entrega 2000 reportajes frecuentes a vecinos que se destacan en distintas actividades, con noticias de la adquisición de sus artes y habilidades, orígenes de oficios o antecedentes genealógicos. Tras el posible halago del entrevistado y el comentario ocasional de la nota, deja una huella que recibirán quienes más adelante sean inquisidores científicos.

Olazarri no es sólo un periodista que sabe concederle esa perspectiva a una de las aristas de la profesión. Incursiona, además, en el terreno complejo de la historia, concentrando los hechos de una región.
Antes había escrito: San Dios, un rincón olvidado de Soriano; Rincón del Cololó. Soledad, chacra y monte; Nombres y lugares de Soriano; Una historia de Los Arrayanes y La tierra y la vida en Soriano, Uruguay.
Con motivo del bicentenario de los hechos patrióticos independentistas, que arrancan con el Grito de Asencio, la editora de Entrega 2000 ha lanzado dos de tres -o más tomos- que insumirá la Breve Historia de Soriano.
Sabido es que los datos y los instrumentos de una ciencia complementan los de otra u otras, en virtud de la integralidad de las cosas.
José Olazarri es un especialista en ciencias biológicas por lo que sus conocimientos son de gran solvencia para un examen en perspectiva sobre el origen del universo y la vida en el planeta; la estructura terrestre, la evolución de las especies y cuestiones conexas.
De algún modo, su trabajo de 2006 La tierra y la vida en Soriano preludia a los dos subsiguientes, los que cubren los períodos que van de 1520 a 1824 y de 1825 a 1880.
La obra de 2006 es ilustrativa y didáctica. Da pie para despertar saberes profundos e interrogantes prevalentes en el mundo científico, ajenas a viejos mitos oscurantistas.
La física, la geología y la paleontología abren las páginas de este gran librito de iniciación, ideal para estudiantes, maestros y profesores. La clasificación de las eras, el amanecer de la vida, los animales y plantas irán desfilando hasta encontrar la tierra del departamento litoraleño, con la característica de su río principal e islas, la presencia humana y la enigmática escultura en piedra, única en su género, conocida como el Antropolito de Mercedes.

La historia de Soriano expuesta por Olazarri, sistematizada por períodos, se inicia en 1520 cuando el conquistador español descubre el curso del Río Uruguay. Los capítulos del primer tomo refieren a la variedad etnográfica de las colonias indígenas, a la conquista, el desarrollo de la ganadería, las primeras fundaciones poblacionales y el desmenuzamiento de los acontecimientos históricos que fueron jalonando la liberación patria.
El tomo segundo parte en 1825, con la Cruzada Libertadora, y abarca la Convención preliminar de paz, la jura constitucional, las primeras presidencias, la Guerra grande, otros mandatos gubernamentales y se detiene en el período del dictador Latorre y sus medidas. Todo con un denominador común que establece lo que acontece con Soriano.
La cronología, así como la bibliografía para la ampliación de cualquier estudio, constituyen aportes de mucho interés.

Destaca José Olazarri que “si bien son numerosas las investigaciones sobre la historia local, esta es la primera vez que se encara una obra de carácter totalizador”. Advierte, también, un factor de complicación para un trabajo de compendio: “la mucha bibliografía dispersa” y las “opuestas interpretaciones”.
Fiel a una noción académica de estrictez, anota que “la verdad absoluta es inalcanzable y que en historia, pocas veces, estará dicha la última palabra”.

Si bien por razones operativas no se consultaron archivos extranjeros, el avance de las comunicaciones ha favorecido el acceso a bibliografías diversas, no conocidas, lo que robustece la tarea autoral.
Antes de librar su trabajo al público, el Licenciado José Olazarri contó con la asistencia de dos investigadores mercedarios, los señores Manuel Santos Pírez y César Hourcade Leguísamo, miembros del Centro Histórico local. Ambos examinaron los originales, coadyuvando en el pulimento de detalles.
Se trata de un trabajo no sólo pionero por su enfoque sino, además, muy consistente en la exposición de una materia apasionante, siempre compleja.
Tiene que ver con la historia nacional, en un reducto oriental donde el acero de las chuzas enseñó a conjugar el verbo del deber por la libertad y la pólvora fraguó el heroísmo del paisanaje combatiente.-

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