sábado, 11 de octubre de 2008

DR. ALFREDO ALAMBARRI - UN ESPERADO RECONOCIMIENTO

Escribe Walter Ernesto Celina

La Sra. Nilda, con su ágil pluma y la sensibilidad con que habitualmente desgrana temas en ACCIÓN, ha recordado aspectos de la obra que cumpliera el Dr. Alfredo Alambarri, médico pediatra sorianense, quien descollara por su proficua labor profesional y por sus contribuciones en materia de políticas sociales.
Cuando hace ya algunos años mi querido amigo Fernando Fernández, desde la dirección del Diario Pueblo, me ofreciera sus columnas para volcar inquietudes periodísticas, realicé algunos apuntes y semblanzas sobre la trayectoria del eminente médico.
Personalidades locales estimaban entonces la pertinencia de llevar adelante un gran homenaje público a un hijo brillante del terruño, cuya memoria permanecía atesorada en el seno de numerosas familias.
Fue, en efecto, un humanista de pensamiento esclarecido. Su ojo era el del científico que examinaba la dimensión de los problemas de la infancia y la juventud como partes de una realidad más amplia, cuya exploración no descuidaba.
Sin duda, la Junta Departamental de Soriano, como caja de resonancia de las inquietudes populares, es el lugar idóneo para establecer la reivindicación de un recuerdo permanente para este hombre ejemplar y ciudadano sin tacha.
Pienso que es posible que el Sr. Intendente Municipal, el Sr. Presidente del Deliberativo y los Sres. Ediles, de todas las bancadas, puedan tener un acuerdo rápido para incorporar el nombre del Dr. Alfredo Alambarri no sólo a una calle, sino a un espacio público de significación.
En la manzana comprendida por las calles 19 de Abril, José Enrique Rodó, Florencio Sánchez y Mario Cassinoni, que el INAU ocupa con sus obras, existe un espacio recreativo interno, semi abandonado. Con mínimos recursos podría pasar a ser una plazuela de integración barrial, con nuevo carácter y horario de apertura y cierre. Y nada mejor que llevara estampado el nombre del eminente mercedario, que por su merecimiento excepcional lo asociaría a los de Chopitea-Vizcaíno.
Compartiendo pues lo dicho por la colega Sra. Nilda, en su reflexión del 28 de agosto último, dejo formulada esta sugerencia.
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