viernes, 17 de octubre de 2008

DE AQUÍ Y DE ALLÁ - SOBRE EL ABUSO SEXUAL INFANTIL

Escribe Walter Ernesto Celina

ENTRANDO EN MATERIA

Nada resulta incólume por los siglos de los siglos. Todo está sujeto a cambios. Lo que parecía inamovible hasta hace muy poco ya permite que se observen las huellas de su transformación.
Los modelos de sociedad y sus costumbres se fisuran. Otras formas surgen. Se ve a diario.
Lo que tantas veces quedó soterrado, como verdadero drama oculto, hoy estalla. A este rubro pertenece el capítulo del abuso sexual infantil. Los convencionalismos y las moralinas que le son afines permitieron esconder los fenómenos de pederastia, esa deformación de la personalidad por la que un mayor injuria a un menor.
La lucha de los pueblos, las ideas democratizadoras, la salvaguardia de los derechos humanos para que exista su respeto real, el papel de los medios de comunicación y las innovaciones -que los inundan desde fines del siglo XX- permiten que ahora se pueda entrar en un campo erizado de púas y fuertes vallados.
Aún así, los cercos se rompen y esto es lo importante. Ya la discusión sale de los gabinetes, se ambienta en otros espacios y se afirma en el comentario ciudadano.
Quienes en el ejercicio de una carrera en la administración y en la lucha social activa hemos tenido algo que ver con las problemáticas sociales, conocíamos lo que a veces asoma en la superficie. Sin duda, novedad para muchos y causa de justificados asombros. El cuadro no sería completo si no incluyera a aquellos que, sabiendo del entramado, nada hicieron para descorrer el velo. Y a los que siguen olímpicos, haciendo oídos de mercader...
Para hacer más fluido el contacto con el lector citaré tres casos relacionados a la cuestión, tomados al azar.
Que nadie se asuste. Más bien, “a quien se le caiga el sayo, ¡qué se lo ponga!

EN UN DIARIO DE GOBIERNO

El Dr. Alfredo Alambarri, formidable humanista, presidía en 1956 el Consejo del Niño. Encontrándonos reunidos en su despacho con dos ayudantes sociales de su confianza más íntima, las Sras. Dora López y la doloreña Ángela Osores, nos dijo algo así:
"-Está ocurriendo algo grave. Los niños que pernoctan en los accesos al diario “El Día” ingresan a un piso. Se les viola por el ano a cambio de monedas. El testimonio viene de los maestros (los esposos Gaba) que conducen el Hogar de Caracteriales donde fueron internados varios menores encontrados en el lugar. Ellos les han dado cuenta de cómo transcurre su vida callejera, de lo que hacen y de lo que les pasa. El caso es serio, dispuse un control especial.”
Unos diez años después, me recordó el episodio cuando conversábamos en la sala de trabajo de su domicilio.

LA SENADORA QUE HABLÓ Y CALLÓ

En estos días, en tanto la comisión especializada de la Cámara de Representantes trata de tener un acuerdo sobre las reformas introducidas por el Senado al Código de la Niñez y la Adolescencia, en cuanto a maltrato y violencia sexual, dos hechos ocurrían en simultánea.
Por un lado, tomaba estado público que en el Barrio Capra, en Montevideo, varias menores habían sido abusadas en circunstancias de concurrir al cumpleaños de una amiga.
Por el otro, una senadora, tras la apertura de deliberaciones sobre atropello sexual a menores -que transcurre en el Palacio Legislativo-, sostuvo que “las denuncias no sólo abarcan a los sectores de mayor vulnerabilidad económica o excluidos socialmente, sino que empezaron a llegar a la Línea Azul del INAU de sectores educados, de sectores medios, económicamente de mayor envergadura. Y allí es donde aparecen las resistencias. Presiones sobre jueces y fiscales con abogados muy importantes y sobre el propio Parlamento. Las hemos sufrido muchas veces las legisladoras. Y de esto se trata, de que reflexionemos a quién hay que defender.”
A la pregunta: “¿Ud. tiene pruebas de estas presiones?”, aseveró: “Sí, como no. Pueden decirlo unas cuantas legisladoras que tuvieron que echar a algunos de estos actores de sus propios despachos...”
Luego, interrogada respecto a si “¿hubo políticos que presionaron sobre esas denuncias para que no trascendieran?”, contestó: “El problema es que hay políticos que están implicados en casos de abusos y hay abogados defensores políticos que están implicados también.”
Y a continuación los periodistas registraron este diálogo: “De esta administración, de esta legislatura?” A lo que expresó: “Yo creo que en todas las legislaturas los hubo.”
Con posterioridad, la senadora volvió sobre sus pasos. Pero, lo que había manifestado, ya estaba dicho.
Se entiende: cerrar la boca es más sencillo y no acarrea conflictos.
¿Y los derechos infantiles agredidos?
¡Se verá más adelante qué se hace...!

SARKOZY CONVENCE A RODRÍGUEZ ZAPATERO

Cuando hechos aberrantes golpean la conciencia pública nunca faltan los que apelando al facilismo propugnan por medidas penales severas, segregación absoluta, etc. En 2007 el presidente francés Nicolás Sarkozy abogó por el cumplimiento total de las condenas que recayeran en pederastas y la creación de hospitales específicos, con el requisito que, extinguida la pena y a la salida del nosocomio, los enjuiciados “lo harán llevando un brazalete electrónico y seguirán un tratamiento hormonal; llámenlo castración química.” Y en estilo seco, añadió: “Las palabras no me dan miedo.”
Para el presidente la etiología del mal no contaba. Cortaba por el seguimiento electrónico del sujeto y por una “solución química”.
En España, el Poder Judicial sostuvo que constitucionalmente tal legislación no era de recibo. El presidente José Luis Rodríguez Zapatero, no obstante, la terminó adoptando, aunque sin concretar todavía su aplicación.
Más allá de los aspectos jurídicos y morales y de las estrategias para abordar el problema, resulta interesante ver los caminos que transitan los demás. Ello facilita las vías para el debate que cabría realizar en nuestro medio.
Es bueno recordar que, aunque los actores se mimeticen, el mal está.
(18.09.08)
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