miércoles, 1 de agosto de 2007

INTERVENCIÓN MULTILATERAL EN HAITÍ

Escribe Walter Ernesto Celina

Las corrientes antiintervencionistas tienen una larga historia en Uruguay.
En el curso de la 2da. Guerra Mundial, Luis Alberto de Herrera y la bancada parlamentaria de su sector sustentaron una firme oposición a la ingerencia de un estado en la vida interna de otro. En particular, denunciaron los intentos de Estados Unidos de establecer una base naval.

En otro extremo, Eduardo Rodríguez Larreta, del Partido Nacional Independiente, abogaba por la tesis de la “intervención multilateral” para la defensa de la democracia continental...

Luego, los partidos de orientación marxista empuñaron las banderas contra la intervención, lineamiento acogido por sindicatos obreros clasistas, el movimiento estudiantil y publicaciones diversas, entre ellas, el semanario Marcha.

Durante la “guerra fría”, la “doctrina de la seguridad nacional”, impulsada desde Washington y calzada en las bayonetas de los ejércitos del continente latinoamericano, fue el portaestandarte de intervenciones desembozadas.

Cuando la izquierda uruguaya hizo lo necesario para salir de su ostracismo, reprobó con unanimidad, el intervensionismo. Condenó las nuevas políticas imperiales. Y pagó, con tributos de sangre y vidas, con exilio y privaciones, su exigencia política.

Restablecida la democracia, no votaba la participación de la república en las Operaciones Unitas, ni el envío de contingentes armados fuera de fronteras.

Habiendo pasado a ser gobierno, el enfoque cambió diametralmente.
La discusión está instalada de modo muy vivo.

No entraré en este asunto. Me ha parecido más elocuente traer a colación algunos elementos insertos en el diario La República (15.07.07). Antonio Elías, economista, catedrático universitario e integrante de Redi (Red de economistas de izquierda), suscribe el artículo de contratapa “No más tropas en Haití”, recordando:
“...El contingente militar de la ONU comandado por Brasil se desplegó en Haití, en junio de 2004, cuatro meses después de un golpe de estado que constituyó una flagrante violación de la Carta Democrática de la OEA. No era esta la primera intervención de la ONU en la isla, pero la gran diferencia estriba en que ahora están fuertemente implicados gobiernos “progresistas”, tales como los de Argentina, Brasil y Uruguay, cuyas tropas son parte fundamental de las fuerzas de ocupación, al punto de comandar las fuerzas de la misión de las Naciones Unidas.”

Añade Elías: “La primera matanza -luego de que el parlamento nacional (con mayoría progresista) aprobara el envío de más tropas a Haití- se produjo en enero de 2006; la segunda fue en diciembre del mismo año y, la tercera, en enero de 2007. En todos los casos no hubo heridos en los ejércitos ocupantes, pero se registraron muertos haitianos, que las fuerzas de la misión de naciones Unidas califican siempre como “criminales”.”

Otro extracto del artículo de referencia: “El 24 de enero de este año dejaron otro tendal de víctimas (El País de Madrid. 27.01.07). El ensañamiento con las criaturas ha sido objeto de una denuncia internacional específica: “El terror de la ONU asesina niños haitianos por la noche”. El comando militar de la misión precisó que las muertes fueron “involuntarias” y “en el marco de operaciones para delimitar el terreno de acción de las bandas armadas y criminales”, pero los pobladores denuncian que no hubo tales enfrentamientos y que los helicópteros ametrallaron las casillas mientras dormían. Las fotos de hileras de chicos despedazados no llegan, sin embargo, a la prensa internacional, que ha hecho suya la versión del “enfrentamiento” con bandas de delincuentes.

Los graves hechos señalados confirman que los cascos azules de la ONU, de los cuales forman parte las tropas uruguayas, violan los derechos humanos y asesinan inocentes en Haití”, subraya Antonio Elías.
Se impone una rectificación urgente de la política exterior de Uruguay en esta materia, así como el cese de la exportación de fuerzas militares intervensionistas.
Esto no es preservar la paz, ni mucho menos. Hay que tenerlo claro.
Es la “doctrina Larreta” en acción. Y sus frutos están a la vista.


waltercelina1@hotmail.com

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