viernes, 17 de agosto de 2007

MATRIMONIO PREFABRICADO

Escribe Walter Ernesto Celina

Primero, fueron los guiños en los discursos de campaña electoral. De inmediato, las declaraciones de amor recíproco. Apenas Nicolás Sarkozy accedió al Elíseo, concretó la cita con Georges W. Bush. Debía materializar su prometida relación carnal.

Agosto de 2007 marca un punto de inflexión visible en la política exterior francesa. Pero, contrariamente a lo que pudiera pensarse, esta unión fue largamente preparada. No es un episodio accidental. Se trabajó con paciencia de orfebre. No hubo amor a primera vista...

Veamos de qué se trata. En setiembre de 2006 Sarkozy visita en Estados Unidos a la French American Foundation (Fundación Franco Americana). Sostiene la necesidad de “erigir la relación transatlántica” y levantar una Europa “internacionalmente fuerte e influyente”.
¿De qué modo?
La fundación, “sin ánimo de lucro”, maneja, no obstante, importantes fondos. Funciona en los dos países. Tiene por fin central reclutar jóvenes con aptitudes de liderazgo. Propósito: convertirlos en sostenedores de la “política atlantista”, guiada por EE.UU.

En Francia, la integran miembros del partido del novel presidente, socialistas escindidos y miembros del equipo de José Bové. Nuclea elementos de las élites.
En el impulso inicial del proyecto estuvieron los norteamericanos James G. Lowestein, James Chace y Nicholas Wahl. En los años 70, por su influencia en la política, la diplomacia y los medios, integraron a personalidades francesas, incluidas de los estratos universitarios.
En 1976 su estrategia estaba definida y articulada por los presidentes Gerald Ford y Válery Giscard d’Estaing, bajo el ojo avizor de Henry Kissinger.
Pierre Hillard, autor de “La descomposición de las naciones europeas: de la Unión euroatlántica al Estado mundial”, en un artículo de hace pocos días, ha dado detalles reveladores.

¿A quiénes agrupa y cómo opera la sociedad de marras, favorecedora de la unión política?
Algunos nombres significativos: John Negroponte, varias veces embajador de Estados Unidos y gobernador en Irak, responsable de servicios de inteligencia de y N° 2 del Departamento de Estado. Presidió la fundación en Nueva York.
Integraron el consejo de administración Ernest-Antoine Selliére, antiguo presidente de los patronatos francés y europeo, así como los embajadores de Estados Unidos en Francia, Félix G. Rohatyn y su homólogo en Washington, Francois Bujon de l’Estang.
Entre los contribuyentes financieros se destacan nombres como los David Rockefeller (fundador de la Trilateral), el ex subdirector de la CIA y secretario de defensa, en el gobierno de Reagan, Frank Carlucci, luego director del grupo Carlyle, compañía conectada a las familias Bush y Bin Laden y al sector militar.
Entre empresas ligadas a la fundación en Nueva York pueden anotarse a EADS, l’Oreal USA y Société Genérale. Otras, menos conocidas aquí, operan en Francia.

Una de las claves del sistema de captación de la Fundación Franco Americana es su especialización para acoger a representantes políticos venidos de corrientes ideológicas opositoras.
Una definición de la super entidad señala: “crear y desarrollar vínculos duraderos entre jóvenes profesionales franceses y estadounidenses de talento que muestren potencial para ocupar puestos clave en uno u otro país en el futuro”.

La selección de miembros pasa por 3 fases, a saber:
1. Preselección filtrada de candidatos, a través de una red y antiguos “jóvenes líderes”. Actualmente los candidatos se diversifican por el origen social y profesional, así como por el perfil mostrado en la prensa.
2. Formalización de las candidaturas, informes y recomendaciones.
3. Procedimiento de selección final.

Desde 1981, 125 franceses e igual cantidad de norteamericanos forman parte de “los jóvenes líderes” (young leaders).
Algunos apellidos han de resultar conocidos para el lector: Anthony Blinken (1998, ex consejero de política extranjera del presidente Clinton); Ian Brzezinski (2001, encargado de asuntos de defensa de la OTAN, hijo del geopolitólogo Zbigniew Brzezinki); general Wesley K. Clark (1983, ex comandante en jefe de las tropas de la OTAN en Europa); Bill Clinton (ex presidente, 1984); Hillary Clinton (1983, senadora).
En los encuentros de esta moderna logia secreta franco-estadounidense desfilan cuestiones de defensa militar, políticas nacional e internacional, economía, sindicalismo, periodismo. Hacia el exterior, la organización promueve coloquios, para dar credibilidad a sus acciones y obtener imagen.

Entre los personajes franceses conocidos cabe citar a: Francois Bayrou; Bernard Kouchner (ex socialista, ministro de Sarkozy); Jean-Francois Copé (portavoz del gobierno de Chirac en 2007); Michel Barnier (asesor de Sarkozy en 2007); Nicolás Beytout (director de Le Figaro); general Henry Bentegeat (jefe del estado mayor del ejército).

Por lo que puede verse, el nuevo matrimonio estuvo alentado por una organización que trabaja como un ejército en las sombras. Esta es la otra cara de la política. La que no aparece en los informativos.
En realidad, el matrimonio Sarkozy-Bush venía de un prolongado noviazgo. Tras los cortinados del living-room.

waltercelina1@hotmail.com

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