Escribe Walter Ernesto Celina
Según el diario “El País de Madrid” el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, “les dijo a sus compatriotas lo que ningún blanco les ha dicho, ni podrá decirles jamás: que no tienen excusas para su fracaso, que la esclavitud sufrida, la discriminación y la desigualdad aún patentes no justifican el declive de esa raza.”
El juicio se hace discutible a poco que se recuerde el proceso independentista latinoamericano y el pensamiento de las personalidades señeras que lo han ido cimentando.
El juicio se hace discutible a poco que se recuerde el proceso independentista latinoamericano y el pensamiento de las personalidades señeras que lo han ido cimentando.
Cuando de discriminación racial y otras desigualdades se trata, es imposible no rememorar al líder negro Martín Luther King (1929-1968), religioso baptista, Premio Nobel de la Paz.
Nacido en Atlanta (Georgia), se graduó en el seminario teológico Crozer (1951) y he hizo un posgrado en la Universidad de Boston. Investiga el pensamiento del nacionalista indio Gandhi, cuyas ideas se convirtieron en el centro de su filosofía de acciones no violentas.
En 1954 aceptó el nombramiento como pastor en Montgomery (Alabama). Se erigió en la voz del movimiento en favor de los derechos civiles de las minorías. Luchó por trato el igualitario y la mejora de la comunidad negra. Encabezó protestas pacíficas y efectuó penetrantes discursos sobre la necesidad de erradicar la diferenciación racial institucional. En 1963 infundió vigor la marcha pacífica desde el “Washington Monument” hasta el “Lincoln Memorial”, donde pronunció la memorable alocución “Tengo un sueño”.
Su preocupación por la guerra de Vietnam y la determinación de dirigir una “marcha del pueblo pobre” sobre Washington, incrementaron las posibilidades de que se atentara contra su vida. El 4 de abril de 1968 fue asesinado en Memphis (Tennessee).
James Earl Ray, un preso blanco escapado de la cárcel, fue arrestado por el asesinato y sentenciado a 99 años de encierro. En abril de 1998, a petición de la viuda y los cuatro hijos del líder muerto, el presidente Bill Clinton instó a la Fiscal General, Janet Reno a que se reabriera la investigación.
Como suele suceder en EE.UU., pocos días después fallecía el condenado James Earl Ray. Nada pudo impedir que un jurado popular, el 8 de diciembre de 1999, determinara que Martín Luther King fue víctima de una conspiración y no de un asesino solitario.
King, que había potenciado un gran movimiento cívico laico, presintiendo el atentado que padecería, había dicho: "He estado en la cima de una montaña y he visto la Tierra Prometida".
Es pertinente recordar esta historia para situar las cosas en su lugar. El movimiento afroamericano y, en alguna medida el de los hispanohablantes, empezaba a caminar, profundizando la conciencia social de los oprimidos en la exultante sociedad y meca del capitalismo.
¿Pero qué ha manifestado Barack Obama, varias décadas después?:
“Tenemos que decirle a nuestros hijos: Sí, si eres afroamericano, las posibilidades de crecer entre la delincuencia y las bandas son mayores; sí, si vives en un barrio pobre, te enfrentarás a dificultades que algunos en los barrios residenciales ricos no tienen que sortear. Pero, todo eso, no es razón para faltar a clase o para abandonar los estudios.¡Basta de excusas! Nadie ha escrito tu destino por ti. Tu destino está en tus manos. No hay excusas.”
En otro momento, sostuvo el Presidente de United States of America:
“Para los padres: No basta con mandar a nuestros hijos a la escuela y luego abandonarlos cuando llegan a casa. Tenemos que aceptar nuestras responsabilidades. Eso quiere decir dejar un rato los entretenimientos y ayudar a los hijos a hacer sus deberes, leerles, protegerles y llevarlos a la cama a una hora razonable. ¡Dejen de decirles que, porque son de cierta raza, hay cosas que siempre les estarán limitadas! ¡Quiero -agregó- que vean un horizonte ilimitado!”
¿Pero qué ha manifestado Barack Obama, varias décadas después?:
“Tenemos que decirle a nuestros hijos: Sí, si eres afroamericano, las posibilidades de crecer entre la delincuencia y las bandas son mayores; sí, si vives en un barrio pobre, te enfrentarás a dificultades que algunos en los barrios residenciales ricos no tienen que sortear. Pero, todo eso, no es razón para faltar a clase o para abandonar los estudios.¡Basta de excusas! Nadie ha escrito tu destino por ti. Tu destino está en tus manos. No hay excusas.”
En otro momento, sostuvo el Presidente de United States of America:
“Para los padres: No basta con mandar a nuestros hijos a la escuela y luego abandonarlos cuando llegan a casa. Tenemos que aceptar nuestras responsabilidades. Eso quiere decir dejar un rato los entretenimientos y ayudar a los hijos a hacer sus deberes, leerles, protegerles y llevarlos a la cama a una hora razonable. ¡Dejen de decirles que, porque son de cierta raza, hay cosas que siempre les estarán limitadas! ¡Quiero -agregó- que vean un horizonte ilimitado!”
Justamente, como lo deben apreciar nuestros pueblos; los pobres de nuestro continente, los afrodescendientes y los indígenas, los sectores desprotegidos.
Con la utopía hay que llegar a la tierra prometida, escalando la montaña. ¡Ver el horizonte y luchar por un mundo nuevo!
Y estar atentos, para aislar a las fuerzas oscurantistas que quieren impedirlo.
Con la utopía hay que llegar a la tierra prometida, escalando la montaña. ¡Ver el horizonte y luchar por un mundo nuevo!
Y estar atentos, para aislar a las fuerzas oscurantistas que quieren impedirlo.
waltercelina1@hotmail.com
23.07.2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario