Escribe Walter Ernesto Celina
30.01.2013
La
materia a desarrollar no tendrá connotación con la mecánica de los fluidos. Sí,
con una grave perturbación que ocurre en las aguas oceánicas y otros espejos.
La
calificación de turbulencia está tomada en función de un efecto real, que
resulta como una alteración de la
tranquilidad, de la paz, del orden o del desarrollo normal de una cosa,
siguiendo los términos del Diccionario Larousse.
Tal,
la consecuencia de la diseminación de las flotas de guerra que Estados Unidos
de América moviliza, más allá de su espacio marítimo, como parte de una estrategia
que combina política y militarismo activos.
La
IV Flota, como sucintamente fuera
explicado en columnas anteriores, se creó durante la II Guerra Mundial, en 1943.
Su fin fue la preservación de los buques anglo-norteamericanos que efectuaban
transportes en aguas atlánticas, quedando expuestos a la captura y/o
hundimiento por la Marina Germana. La zona antillana y del Canal de Panamá
asumían enorme importancia. Otro tanto ocurría con la Base Militar de Natal, concedida por Brasil a EE.UU. para
operaciones de la 16ta. Ala Aérea Naval. Era clave para los despegues
hacia el África del norte.
En
1950, durante el desarrollo de la guerra
fría, la IV Flota fue
desactivada, siendo sus unidades absorbidas por la II Flota.
En
abril de 2008, sin noticia previa a los gobiernos latinoamericanos (aunque en
simultánea con la realización de la Operación
Unitas 49-08), la IV Flota fue
reinstalada de facto, unilateralmente,
como pieza del Comando SUR. La tarea es
el patrullaje constante del Mar Caribe y del Atlántico Sur.
Adicionalmente, el tentacular aparato de la US Navy colorea los confines acuáticos,
con los siguientes brazos:
1. La I
Flota aborda cometidos domésticos como guardia costera y,
eventualmente, bélicos.
2. La II Flota cubre el norte
del Atlántico y se integra a la OTAN (Organización
del Atlántico Norte - Europa).
3. La III Flota está asignada al Océano Pacífico,
monitoreando las costas norteamericanas.
4. La V Flota, lo mismo que la VI Flota, deambulan en teatros de
guerra o de riesgo, ejerciendo dura presión en el Oriente Medio.
5. La VII Flota
está encajada en el Océano Índico, desplazándose desde su reducto nipón.
Esta
trama, sin parangón histórico, tiene bases costeras y al interior de los
países. También se asocia a las operativas de la US Navy, del ejército y fuerza aérea del país norteño, coordinados
con una gama profusa -que por razones de comodidad- podría rotularse como los servicios inteligentes y/o de inteligencia.
Es obvio que la reinstalación de la IV Flota obedece al propósito de
reivindicar un poder perdido en América Latina; a la aparición de gobiernos populares
y democráticos con menores compromisos que los adquiridos en el siglo XX con los EE.UU.; a
la desaparición de las dictaduras sanguinarias aliadas y, a noveles planes
estratégicos de sustentación.
Para
finalizar, unas apostillas ilustrativas.
La
primera. Al ponerse en escena la IV Flota
-año 2008- el jefe máximo del Comando Sur, Almirante James
Stavridis, manifestó en Buenos Aires que su reinagurada flota atendería los “desastres naturales, operaciones
humanitarias, de asistencia médica, contra el narcotráfico y cooperación de
asuntos de medio ambiente y tecnología". Casi lo mismo que traería León
Panetta, Secretario de Defensa, a la X Conferencia de Ministros de Defensa de Punta
del Este, a fines de 2012.
Pero, como detectó Ignacio J. Osacar, para el Centro de Estudios Nueva Mayoría
(Argentina), el Almirante salteó un detalle. Cita el investigador: “Sin embargo, en
medios norteamericanos incluyó una sexta
misión, que había omitido en los locales: el "antiterrorismo".
Probablemente, por la debatida interpretación que la palabra tiene en los
países de la región sobre quienes son y no son terroristas o quienes lo fueron
antes”…
Otra acotación. James Stavridis no
quiso asustar cuando debutó con su malhadada Four Fleet, aproximando el portaviones USS George Washington a las naves de UNITAS. Sólo que, rápido, optó por remontar aguas por el este de
África, rumbo a Japón.
Y prefirió no especificar que dos de
los buques que operan con esta flota son los de asalto USS Boxer y el USS Kearsage.
Cada uno con 40.500 toneladas y
una capacidad de transporte para 1800 infantes de marina, 42 helicópteros Sea Knight, 5 cazabombarderos AV-8 Harrier II, 5 helicópteros
antisubmarinos (ASW) y 3
lanchas de desembarco sobre colchón de aire (LCAC).
Un portaviones de la clase Nimitz, como el USS George Washington antes citado, está en capacidad de apuntalar
las operaciones anfibias de estos buques con hasta 85 cazabombarderos F-18.
Es la Pax Americana, con sus pendones al viento.-