Escribe Walter Ernesto Celina
03.10.2013
.
Si usted
es una dama que viendo un desfile de modas pensó que aventaja físicamente a las
protagonistas de la pasarela, o que dispone de gracia natural para desplazarse
ante los demás, lo que viene puede conmoverla.
En la
hipótesis de un hombre, capaz de
suspirar junto a su esposa, ante los movimientos cimbreantes de un conjunto de
mujeres luciendo atuendos desafiantes, es probable que tenga una sorpresa.
Porque,
de a poco, de una caemos en otra.
En 2013,
por suerte o por desgracia -según el color del cristal con que cada uno aprecia
lo que le llena o le vacía los ojos-, Uruguay también ha hecho una pausa
con las exhibiciones de Marcelo Tinelli.
En el
mundo actual, que han llamado la aldea
global, asoman cosas que apenas unas décadas atrás, pocos entenderían.
Antes
que existieran nuestros sindicatos, guiados por concepciones que recordaban
intereses opuestos entre la masa laboral y los empresarios, estaban las sociedades
de resistencia. Podían romper todo o, aisladas, no encarar nada. Hasta
sucumbir.
Antes de
volver a las últimas acciones promovidas por un agrupamiento de bellas
congéneres, cabría citar al caballero compatriota Don Marcelo Abdala, conocida
figura sindical. No pudo soportar su humana debilidad. Y, al revés del
Presidente José Mujica, le hizo una galantería de barrio a la Presidenta Cristina
Fernández. En un acto oficial el metalúrgico manifestó algo así: -“Mi señora ¡usted es más bonita que lo que
la muestra la televisión!”. Nada pues de “vieja terca”. Adiós a los antagonismos. Una aproximación muy
delicada, si se quiere.
¿Es qué
las antinomias sociales van en camino de superarse?
La
globalización, que todo lo negocia o somete, no parece ser un lecho de rosas.
Las más hermosas, como las más feuchas -al igual que los hombres-, no han
perdido la capacidad de mostrar las disonancias que pueblan los caminos.
Las
esculturales Noemí Campbell (inglesa, 1970) y su amiga Iman Abdul Najad
(somalí, 1955), celebérrimas negras en los desfiles y en el mundo del
espectáculo, y un conjunto de colegas de varios países, han levantado banderas
de resistencia contra la discriminación racial.
A través
del nucleamiento The Diversity Coalition
hicieron declaraciones, las que fueron repetidas en el programa Good Morning America, en Nueva York. Y
volvieron a mover los pisos donde resuenan sus pasos.
Acusan a
los diseñadores de la vestimenta y socios del entorno de discriminar en los
castings a las minorías étnicas, favoreciendo a la mujer blanca. Indicaron que únicamente el 15% de las modelos que participaron en la Semana de la Moda de Nueva York fueron negras o asiáticas.
Las
blancas cubrieron el 82,7%. De aquel l5%, el 9,1% fueron asiáticas; negras
apenas un 6%. Por área geográfica, las latinas fueron el 2%.
Campbell
ha dicho que en 30 eventos sólo hubo mujeres blancas.
Las expresiones de rechazo
fueron remitidas a decenas de firmas de Estados
Unidos, Inglaterra, Francia e Italia. Entre ellas, a Calvin Klein Collection,
Diesel Black Gold, Donna Karan, Proenza Schouler, Victoria Beckham, Alexander McQueen, Balenciaga, Céline, Chanel, Nina Ricci,
Paco Rabanne, Rochas, Saint Laurent, Valentino, Alberta Ferretti, Blumarine,
Emporio Armani, Etro, Giorgio Armani, Versace.
El
ejército de las hermosas se ha puesto en marcha. No son objetos de lujo, ni de
vitrina. Decidieron resistir por sus derechos. Condenan la discriminación por
pigmentación de la piel.
¿No
sería este el momento más exacto para que Don Marcelo Abdala les enviara un
auténtico piropo solidario?
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IMÁN MODELOS
NOEMÍ CAMPBELL
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