Escribe Walter Ernesto Celina
16.11.2012
Si la mole de la Torre Ejecutiva ,
sede del Poder Ejecutivo, fuera considerada una gran piedra, por su cercanía a
la costa alguien podría preguntar
cuántos cangrejos esconde y qué hacen allí tales especímenes biológicos.
Desde que el Frente
Amplio arrió banderas e hizo de la repartija de cargos un centro de interés no
confesado, una nueva secta rellena las oficinas del local gubernativo de Plaza
Independencia.
Días pasados, un
incansable trabajador en las sombras adquirió notoriedad cuando periodistas
cuestionaron el método oficial por el cual se diagraman las conferencias de
prensa, sin interlocutores posibles. Se trata del clásico guiso de liebre,
donde lo que falta es, precisamente, la carne de liebre… Los mensajeros
convocan a los medios, los jerarcas lanzan sus “speachs” y con sonrisas rehusan
contestar preguntas.
A
los monólogos recurrentes se suman los enlaces para radios y televisoras,
“cadenas” no reservadas para asuntos de especial relevancia o gravedad.
Comunicación
unidireccional pues, para consumo masivo. Carente de transparencia y nada
democrática.
Impulsor
de esta modalidad es quien está a la cabeza de la Dirección de la Secretaría de Comunicación de la Presidencia , el Dr.
Gonzalo Carámbula.
Ha
sostenido que la política es “no hablar” de sí -ni de su persona (que no tendría
mayor sentido), ni de lo que hace (lo que sí importa)-, replegándose en un
gesto de modestia, aparente. ¡Forma sibilina de entornar la puerta para esfumarse!
No
es rebajar el debate divulgar “quién es quién” en los ámbitos de la Casa de Gobierno. Coadyuva a
entender el fenómeno de la declinación, rebajamiento y archivo de los
principios y postulados del partido instalado en el poder.El
Sr. Carámbula se ha mostrado en varios tiempos, a saber: Primero, perteneció a
la desaparecida Resistencia Obrero Estudiantil, ROE, un grupo de proclamación
“socialista”. Apresado en dictadura, logró evadirse. Recapturado fue sometido a
castigos. Relaciones católicas y masónicas, afines a su familia, lograron
rescatarlo. Luego, ingresa al Partido Comunista y codirige el diario “La Hora ”. En 1985 actúa como
Diputado suplente, por la lista 1001 y, luego, llega a titular. Tras abandonar
el Partido Comunista busca nueva inserción. Con el apoyo de la Vertiente Artiguista
se instala, por dos períodos, en el gabinete montevideano del inefable
exintendente M. Arana. Más adelante, es visitante de la Intendencia de
Canelones, comandada por su hermano, el Dr. Marcos Carámbula.
Con perfil
bajo, escoge finalmente como último refugio, la Torre Ejecutiva.
Deambula con 69 acólitos. 14 lo hacen para “comunicaciones escritas”. 13 para
“conferencias y eventos”. Dispone de 7 fotógrafos, 13 cangrejillos para las
ramas de audiovisuales y televisión, contando con un lote de otros pichones
excedentarios.
Por fuera
de la masa de sueldos y los gastos adicionales que demanda su galaxia
oficinesca, en 2011 erogó para “equipamientos” 67 mil dólares.
Una de sus
preferencias está marcada por la publicación de la revista palaciega
“Políticas”. La edición es de cuidado empaque, costo exagerado y casi nula
demanda.
Así las
cosas, el clima se ha tornado proclive para que puedan verse otras entretelas.
La luz retira de las sombras al silente Sr. Carámbula. A modo de ejemplo,
tomemos de una patita este cangrejo.
Mediante el
mecanismo de “compra directa” la
Presidencia de la República adquirió a la Sra. María J. Villagrán
una nota periodística. Su fantástico precio fue de 100 mil pesos, más impuesto
al valor agregado. Materia: sociedad de la información. Extensión: 8
carillitas…!
Más
productivo habría resultado recomendar o impulsar la difusión de obras
nacionales, tratadas por especialistas. Cito una: “El Paradigma del Laberinto”
(1), excelente contribución a la percepción de la nueva sociedad en curso.
Estudio realizado con erudición científica y notable didactismo. Recomendable
para estudiantes, docentes y, para políticos, que quieran saber algo de hacia
dónde se encamina el mundo.
Pero, la
secretaría de marras no ve, ni entiende. Propala conferencias monoparlantes,
efectúa gastos extravagantes, se deleita con
revistitas de elite. El Sr. Carámbula en su versión última milita a
favor de viejos y conocidos vicios cortesanos.
Si a la cima del postre no le faltan las
frutillas, tampoco aquí deja de estar el amiguismo. Es que en la repartición
que dirige tienen su plaza personas que apuntalaron la campaña electoral del
Presidente Mujica. Y hasta un familiar de la exesposa del mismísimo Sr.
Carámbula.
¿”Resistencia”?
¿”Socialismo”?
Sólo
oportunismo craso
Una “nueva
clase”, la del progresismo, camina como con la derrota adentro.-
(1): Autor Ing. Juan
Grompone - Dic/2011- Editorial “La flor del itapebí” - 26 de Marzo Nº 1185/201 -
MVD - UY
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