jueves, 27 de mayo de 2010

MAYO DE 1810


SACUDIMIENTO COLONIAL Y REVOLUCIÓN PLATENSE
Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com
– 23.05.2010

EN LAS ENTRAÑAS DE NUESTRA HISTORIA

Una revolución puede ser considerada como un estado de tensión política y social, madurado por condiciones que actúan como un verdadero fermento.
La estructura virreinal del Río de la Plata había prohijado factores propios que irrigaban, en forma relativamente subterránea, los sacudimientos inmediatos anteriores al Gran Mayo de 1810. Su afloramiento se manifiesta en la instancia sublevatoria y en su encauzamiento subsecuente. Todo ello va dando perfil a la Revolución Platense.
Entre otros elementos causales, hay dos muy fuertes: ejercer “gobierno propio” y acceder a la “libertad de comercio”. Ambos entrelazan un interés potente, contrario al estatuto aplicado por la España colonialista.
Como lo establecen algunas corrientes sociológicas, el interés es una guía por la que discurren los acontecimientos. Marx dará relevancia al interés inherente a cada clase social. Sea como fuere, la búsqueda del beneficio, asentada en el soporte de un gobierno más justo, estaba claro en el estrato de los comerciantes. En otros, los más, la esperanza de una vida mejor, sin el aliento de la discriminación foránea. Barajado con esto, circulaban las nuevas ideas. Desembarcaban desde la panza de los buques, en forma de libros e impresos periódicos.
La pradera estaba apta para albergar la chispa que la iluminara, casi sobre la aurora. En efecto, el 13 de mayo de 1810 llega a Montevideo un bergantín mercante inglés, el “Jean Paris”. Trae hojas con noticias del tambaleante poder de Fernando VII, de la invasión napoleónica a la Península Ibérica y de la instauración de la Junta Suprema de Cádiz, bajo protección de la marina inglesa, apostada en su puerto. Los informes llegan a Buenos Aires horas después: el 17. Antes, el 14, ancla en la orilla vecina el barco de guerra inglés “Milestoe”. Los boletines anticipaban similares contenidos.
El Virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros emite un bando disuasivo para una población inquieta, que va recibiendo mensajes libertarios de núcleos patrióticos, visiones de personalidades que encabezan las milicias, propuestas de algunos abogados y negociantes influyentes.
La agitación se hace cada vez más intensa. Las fórmulas, en el torbellino de idas y venidas, terminan con el mandato de Cisneros. Surge la célebre Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata, a nombre del Sr. Fernando VII o, Junta de Mayo, con respaldo castrense.
La revolución sureña entra en un curso proceloso, áspero, contradictorio. Augural, aunque inconcluso, hasta hoy. En su frontispicio están caracterizados, por el investigador e historiador Washington Reyes Abadie, los siguientes nombres: “Cornelio de Saavedra, representaba los cuerpos de las milicias criollas; Manuel Belgrano, Juan José Castelli y Juan José Paso, el grupo de los “intelectuales”, imbuidos de las ideas de la “Ilustración”; Juan Larrea y Domingo Matheu, al sector de comerciantes, de tiempo atrás vinculados al tráfico de los ingleses; Martín de Azcuénaga y Manuel Alberti, estaban por su prestigio personal, como veterano militar y clérigo, respectivamente; Mariano Moreno, por su reconocido talento como primer abogado de la ciudad y sus relaciones con los ingleses, pieza clave en el juego de intereses políticos y económicos de la Revolución.” (Historia Uruguaya. T. 2. Banda Oriental 2006).

EL “PLAN DE OPERACIONES” PARA
AFIANZAR EL PODER REVOLUCIONARIO

La instalación de la Junta de Mayo estuvo rodeada de las resistencias opuestas por núcleos realistas y burocráticos, así como por sostenedores del comercio con Cádiz.
La contrarrevolución fue analizada en secreto por los juntistas. Cometió a Manuel Belgrano -político, abogado y militar- estructurar un plan que la trabara y sometiera. Sus líneas fueron expuestas el 15 de julio de 1810 y, el 18, encomendada su aplicación al secretario del cuerpo, Mariano Moreno. Este era oriundo de Buenos Aires. Se graduó de abogado en la facultad de Chuquisaca (Bolivia). Ejerció la defensa de los hacendados, denunciando la exacción que España practicaba al tomar la producción. Nació en 1778 y fue eliminado en alta mar, en 1811, viajando hacia Europa.
El régimen autonomista tenía necesidad de precaverse de sus enemigos y de esto trataba su Plano de Operaciones. Debía ser puesto “en práctica para consolidar la grande obra de nuestra libertad e independencia”.
Su filosofía era que los medios estaban al servicio del gran fin señalado. Así, recomendó:

1. Observar “la conducta más cruel y sanguinaria con los enemigos de la causa”, comprendida la pena capital.

2. “Seis u ocho personas de nuestra entera satisfacción” accionarían en la Banda Oriental -fuerte español-; soliviantarían los ánimos, sembrando “discordia” y “desconcierto”.

3. “La Gaceta” brindaría informaciones “halagüenas, lisonjeras y atractivas” sobre la marcha de los acontecimientos.

4. Se simularía adhesión al “ministerio de Fernando VII” ya que “no sería oportuna una declaración contraria”.

5. Para la insurgencia rural en la Banda Oriental se apelaría, en especial, a dos “personas de talento, opinión, concepto y respeto”: José Artigas y José Rondeau.

6. Se prevenía sobre las veleidades humanas de “hombres de bien”, tentados por la gloria, los honores, etc.

7. Se recomienda proceder con Inglaterra en forma “benéfica”. Una falsa declaración de “neutralidad” facilitaría negocios y compra de armas. Una variante consistiría en signar un “tratado secreto”, dándose en pago al mercader inglés la Isla Marín García, a título de “pequeña colonia o puerto franco”.

8. “Representaciones de los cabildos” viajarían a España, en labor diversionista, para acreditar desvelo para que la metrópolis conservara sus “dominios”.

9. La Constitución debía “afianzar a todos el goce legítimo de los derechos de la verdadera libertad, en práctica y quieta posesión, sin consentir abusos”. El Estado resolvería lo atinente al “contrato social”.

10. Se desnuda la contradicción entre “las fortunas agigantadas entre pocos individuos… que sirven de ruina a la sociedad civil… y que con su poder absorben el jugo de todos los ramos del Estado”.

11. El Estado conduciría la economía con el fomento de fábricas, artes, ingenios, en apoyo del trabajo. Las confiscaciones descontentarían a los menos a favor de los más y solventarían expediciones militares, como la conquista de Río Grande del Sur y la anarquización del Brasil lusitano.

12. El programa sustentaba la medida de monopolio del comercio exterior por el Estado y la no cesión de minas extractivas a particulares.

Contrariamente a lo que por muchos años de divulgó, la Revolución de Mayo no fue un ensayo de obra romántica. Fue un fuerte programa de revolución, de reordenamiento y cambio, con contención y destrucción de las fuerzas que pretendieran antagonizarlo.

El Bicentenario del glorioso Mayo reabre un siempre actual debate político-filosófico.
En forma expresa, saludo fraternalmente a mis amigos argentinos. Con Uds. convivo bajo las constelaciones de la Patria Grande, con el acicate de un mismo ideal histórico de justicia y libertad.



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domingo, 23 de mayo de 2010

¿QUO VADIS MUJICA?

NOTA 1
Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com - 19.05.2010

He de proponer un retorno de la memoria al escenario del 1º de marzo de 2010, en que el Presidente José Mujica recibiera la banda de mando del saliente Tabaré R. Vázquez.
A los conceptos explícitos de la oratoria de quien asumía, se le pueden sumar otros, simbólico-elusivos. Relativamente originales y, no menos sorprendentes, para la modalidad desembarazada de manifestarse del novel mandatario.
Bastaría contrastar este discurso con el ofrecido en Pepe Coloquios, esa conversación en que Mujica hablara a calzón quitado.

En torno al monumento ecuestre a José Artigas, en la Plaza Independencia de Montevideo, se montó una enorme estructura para celebrar un acto público de proporciones.
Lo menor de la oratoria, por así decirlo, fue su naturaleza mimetizada y escapista.
Se recordará cuando Raúl Sendic, fundador de la organización Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, recorriendo buena parte del país, bajó hacia la capital con la UTAA (1), cuyos miembros -explotados, hambrientos, apaleados y torturados (algunos de los cuales reporteé en Bella Unión)- reivindicaban derechos laborales elementales.
Aquel grupo rebelde y clasista levantaba, en simultáneo, dos consignas indiscutibles para la izquierda de la época: 1) Tierra para quien la trabaja y 2) Que los infelices sean los más privilegiados, esta última extraída del reglamento artiguista de tierras.

Mujica en el acto de asunción no sintió la necesidad de aludir a un programa liberador y, estando físicamente de espaldas a Artigas, también lo eludió en sus manifestaciones.. En efecto, no hubo referencia formal alguna al héroe y, no existiendo esta, tampoco desarrolló ideas sobre proyectos y líneas de acción tranformadoras.
Su estratagema fue ubicar en el proscenio a un ciudadano, partícipe de aquellas viejas y olvidadas luchas, a alguien -dijo- que no pide, pero que lo acompaña sin condiciones. Un testimonio humano y, cuasi-paradigmático, que no pasó de ser eso.
Si Artigas fue el gran ignorado, los hubo también a hombres de la historia reciente. Uno de ellos fue , nada menos, que el inspirador principal del MLN-T de Mujica, esa figura emblemática, para muchos, que fue Raúl Sendic.
Es así que, lo que muchos observamos -y políticos y politólogos no comentaron-, va adquiriendo relevancia en el discurso y en el actuar del ciudadano ungido presidente.

¿Es que el programa de siembra al voleo del Sr. Mujica conforma a los frenteamplistas y, dentro de ellos, a los tupamaros, miembros de sus grupos de apoyo (CATs), socialistas adláteres y otras fuerzas afines?
Supongo que debe estar mereciendo reservas en muchas cabezas que, se supone algo aprendieron, del infantilismo de izquierda que cultivaron, en un proceso que condujo a la facistización dictatorial del país.

¿Quo vadis Mujica?
Pocos saben hacia dónde va. Tal vez, ni lo sepan algunos miembros de su cercanía, como los Sres. Marenales y Fernández Huidobro.
Con paciencia hay que ir armando el rompecabezas de la concepción de esta neo izquierda. Hay muchos elementos más. Se agregan día por día.
No se precisa ser muy zahorí para apreciar que, desde aquel momento, el presidente de los uruguayos se ha ubicado en el centro, en aproximación carnal con los sectores conservadores clásicos.
Hay bastante paño para cortar.

Nota (1): Peones de las azucareras del Departamento de Artigas.

¿QUÈ PASA EN LA IGLESIA CATÓLICA?

TRANSGRESIÓN IRREPARABLE
Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com – 17.05.2010

“En los últimos años se han multiplicado las denuncias que involucran a sacerdotes de la Iglesia Católica en abusos sexuales de menores.
En Estados Unidos y Canadá, la iglesia pagó cientos de millones de dólares para indemnizar víctimas y evitar procesos por investigaciones que denunciaron miles de casos de curas pedófilos y miles de niños que fueron sus víctimas.
En Australia y Francia; pero también en Irlanda, donde cuatro obispos presentaron renuncia y miles de niños fueron víctimas de abusos.
En México y Holanda, en Italia y Austria, las denuncias se suceden contra sacerdotes pedófilos que abusaron de niños y jóvenes en los últimos cuarenta años.
Quizá, la lista del horror muestre toda su gravedad en Alemania. Allí se denunciaron abusos sexuales contra niños en 19 de las 27 diócesis católicas. Y, en particular, las denuncias que involucran a los Niños Cantores de la Coral de Ratisbona, dirigida entre 1964 y 1994 por Georg Tatzinger, hermano del Papa, dejaron planeando una sombra de duda sobre la permanente y clara voluntad de la iglesia de sancionar contundentemente estos comportamientos.
La Iglesia Católica enfrenta esta realidad, además, con serias dificultades de las que da cuenta la constante merma de sus vocaciones pastorales…”

Lo que acaba de leerse es la primera parte de un análisis que, desde el diario “El País” (1), realiza su colaborador Francisco Faig, bajo el título “Qué pasa en la Iglesia”.
No se trata, de quien esté efectuando un acopio de imputaciones sobre la violación a los fueros de la infancia, desde fuera de la organización de religiosa citada sino, por el contrario, de quien formándola, experimenta una cruda desazón.
Los hechos dan cuenta, con harta elocuencia, que ciertos conceptos sobre la abstinencia, la cultura del celibato y una moral farisea han caído, hechas polvo, en las más apartadas latitudes.
Sólo que la velocidad de las comunicaciones del siglo XXI y el quiebre de las máscaras que venían del anterior, fueron ubicando la verdad en su sitio. Como para desplazar el crimen y la hipocresía.

Nota: (1) - Pie página editorial. 17.04.2010. Montevideo.