martes, 16 de febrero de 2010

EL EMBARGO CONTRA CUBA

Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com
12.02.2010

Se dice, con razón, que las noticias vuelan. Hoy se transmiten en tiempo real, pero sólo permanecen las de alto impacto y aquellas que los medios masivos privilegian, en consonancia con sus intereses políticos y económicos.
Muchas desaparecen, casi con la misma rapidez con que se producen.
La resolución adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en las postrimerías de 2009, el 28 de octubre, fue dada oportunamente, pero quedó rápidamente sepultada en el olvido.
Por una aplastante mayoría el alto cuerpo internacional reclamó el levantamiento del embargo económico y comercial que, desde hace casi medio siglo, Estados Unidos decretó en perjuicio de Cuba.
La interdicción de referencia lleva, efectivamente, 47 años, siendo una medida unilateral, sin precedentes en la historia de las relaciones internacionales.
La expresión de voluntad acerca de la "necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba" recibió 187 votos a favor, 3 en contra (Estados Unidos, Israel y Palau) y dos abstenciones (Micronesia e Islas Marshall).
El apoyo a Cuba fue mayor al del 2008, cuando una resolución similar había recibido el respaldo de 185 países. Esta vez el voto anticubano provino de dos países isleños, antes ausentes en la entidad planetaria.

De los 59 países que apoyaron el texto en 1992, la cifra ha ido aumentando: 179 en 2004, 184 en 2007, los citados 185 de 2008 y los de ahora.
La Asamblea General de la ONU insta a todos los países a abstenerse de aplicar leyes "dirigidas a reforzar y ampliar el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba".
Se trata de la 18ª vez consecutiva que la organización multinacional vota un texto similar.
Desde la llegada a la Casa Blanca del presidente Barack Obama, la primera vez que las Naciones Unidas se pronunciaron sobre el embargo fue en enero de 2008.
El Canciller de Cuba, Rodríguez Parrilla, expuso una muy larga lista de las consecuencias perniciosas que acarrea el bloqueo norteamericano al país hermano. Abarca desde los medicamentos a la cultura, pasando por la tecnología.
“El bloqueo es un acto soberbio e inculto”, manifestó. “Recientemente, el gobierno norteamericano impidió que la Orquesta Filarmónica de Nueva York se presentara en Cuba. Los artistas cubanos están impedidos de recibir remuneración por sus presentaciones ante el público norteamericano. ¿Cómo la creación artística puede ser considerada un crimen?”, preguntó.
Las sanciones económicas a Cuba datan de 1962 Fueron decididas por el presidente demócrata John Fitzerald Kennedy. De ese período fue la Invasión de Bahía de Cochinos, en la que los revolucionarios cubanos derrotaron, de modo fulminante, a los mercenarios llegados desde Miami
Fueron medidas intervencionistas para aislar al régimen de Fidel Castro, a las que siguieron, entre otras, las leyes Helms-Burton y Torricelli, más restricciones a los viajes desde Estados Unidos a la isla, ahora levantadas, aunque sólo para los cubanos.
Varios países tomaron la palabra en la Asamblea de la ONU para rechazar el embargo. Entre ellos, México, China, India, Brasil, Venezuela, Rusia y miembros de la Unión Europea.
La soberbia acompaña al imperio, como la sombra al cuerpo.-

miércoles, 3 de febrero de 2010

SUCEDIÓ EN MURROLANDIA

Escribe Walter Ernesto Celina
waltercelina1@hotmail.com
15.01.2010

La tentación demagógica acecha con habitualidad a ciertos políticos, ávidos por recibir el favor popular.
En medio de la última campaña electoral hubo numerosas muestras de esta vieja predisposición.
Una muy notoria fue dada a través de la publicidad institucional del Banco de Previsión Social, rematada con el anuncio del presidente de la entidad, maestro Ernesto Murro, quien se presentó un día ante la opinión pública poniendo miel sobre las hojuelas: los jubilados recibirían un aumento del 15% en sus haberes a partir del 1º de enero de 2010.

Acostumbrado a hacer porcentajes salariales para el sindicato de los madereros, por el que pasara tras la reinstitucionalización democrática, anticipó ahora su aritmética, en evidente muestra de arrojo.
Sorprendía que faltando varios meses para el cierre del año pudiera dar el guarismo del aumento anual, mostrándose como un poseedor de la bola de cristal cuando la crisis financiera mundial mostraba inestabilidades por doquier.
Resultó evidente que tal temprana sapiencia tenía el obvio ánimo de influir, por elevación, sobre la gran masa electoral de afiliados -jubilados y pensionistas- del BPS.

Pasaron los comicios, volvió a triunfar el Frente Amplio y concluido ya el año 2009, reingresó a la escena el calculista Murro. Esta vez, para decirles a los trabajadores del ayer que aquel cálculo sabihondo estaba equivocado en varios puntos. Y, como la prestidigitación escabulle a la realidad, el 15% ya no sería tal. Los afiliados al BPS tendrían ahora que conformarse con 12 por ciento de incremento y fracción.

¿Pudo merecer Ernesto Murro una observación del Presidente Tabaré Vázquez?
Sí. Pero no la tuvo.
¿Por qué no? Por algo muy sencillo: el matemático, aún no siendo candidato a nada, había colaborado -sin intención aviesa, por supuesto- al triunfo del partido de gobierno…!
Para los creyentes en la magnanimidad del Presidente de la República quedó patente, asimismo, que pudo disponerse desde el Poder Ejecutivo que se cumpliera con la palabra empeñada. Pero Vázquez, vuelto de espalda a los jubilados, permaneció quieto, como un ciego sordomudo.
Alguien, podría concluir, sin equivocarse, que entre bueyes no hay cornadas.
Este proceder culminó con una escena de genuflexión olímpica, digna de figurar en el Libro de los Récords de Guiness.

La organización oficialista de los hoy pasivos (otrora militantes sindicales de izquierda), que tiene sentado a un representante en el Directorio del BPS, y el del PITCNT, que encaramó sin elección a otro, pusieron un cierre en sus bocas. Silencio sepulcral. Nada tuvieron que reclamar sobre el porcentaje que se incumplirá con más de 400.000 personas.
Peor aún. Se montó una escena poco digna. El Sr. Ernesto Murro fue recibido bajo palio por la gremial de los jubilados citada y, en vez de recibir una censura, fue aplaudido.
Los burócratas gozan y relinchan con el invento de las prestaciones básicas. Están bien. Desprecian el aumento de las retribuciones. No reivindican, ni exigen nada.
Demostrando que han renegado de todo principio de independencia respecto de los partidos y los gobiernos de turno e, incurriendo en una obsecuencia jamás vista, también tuvieron su acto de fe. Rezaron para que en Murrolandia el fallido aritmético vuelva a ser emperador en el BPS.
Verdaderamente lamentable, todo.



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